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Cómo redecorar una vivienda a través de los textiles

Los hay para todos los gustos, de todo tipo de materiales y adecuados a cada una de las estaciones. Por supuesto, hablamos de los téxtiles. ¿Alguna vez te has planteado redecorar tu vivienda únicamente cambiando las cortinas, los cojines o las fundas de los nórdicos? Pues es posible y os contamos cómo conseguirlo.

El poder de los textiles para redecorar una casa

Cuando se quiere redecorar una casa, lo normal es comenzar cambiando los muebles, la pintura de las paredes, el suelo… Pero, ¿qué ocurre con los textiles? Estos tienen la capacidad de hacer que una habitación sosa y vieja se convierta en la estancia más agradable y armónica de la vivienda.

Los textiles llevan miles de años siendo unos elementos básicos en decoración de interiores, así como esenciales para la funcionalidad de cada zona de la casa. Las tapicerías, cortinas, cojines, o mantas dan carácter a la casa y determinan su estilo. Son sin duda un toque maestro final que determinan que una vivienda sea aburrida, o todo lo contrario.

Es importante saber que cada estilo decorativo combina mejor con una serie de telas, y que estas tendrán unas características u otras, que se adapten mejor o peor a cada uso de las mismas.

Los textiles del hogar que marcan tendencia esta primavera

El cambio de armario motivado por la llegada del buen tiempo es también un momento ideal para renovar los textiles del hogar y darle así una nueva imagen, más fresquita, luminosa y colorida.

Sustituir las cortinas más pesadas por otras más ligeras y frescas es el primer paso para renovar la imagen del salón y conquistarnos de la fuerza de la primavera. Ganan los tejidos vaporosos y naturales con motivos sencillos, los estampados a rayas, los florales, así como los tonos verdes, azules y rosas.

Los estampados florales  y de insectos se expanden por toda la casa, llenando de color y positividad los edredones, los cojines y los manteles.

Para dar un toque de color más intenso y crear contrasten, puede apostar por añadir tapicerías más vistosas y atrevidas a elementos más pequeños como los cojines o el puf.

Por otro lado, los colores fríos también vuelven con fuerza para aportar calma y refrescar los ambientes, aunque estos mejor dejarlos para zonas muy luminosas.

La elección del tejido adecuado

Antes de ponerse en marcha para redecorar una vivienda con buen gusto y estilo, se deben elegir las telas adecuadas para cada zona, así como tener en cuenta las últimas tendencias y la época del año en la que nos encontremos.

Empezando por el lino, la fibra vegetal más antigua, es la estrella de las fibras naturales junto al algodón. Por su parte, el algodón es una de las fibras más populares, aunque hay que tener algunos aspectos como el brillo y la longitud de la fibra para saber si es de buena calidad; utilizándose el de fibra corta para sábanas y ropa de cama y el de largas para confeccionar popelines, adamascados, batistas, etc.

La cretona, también compuesta de algodón (en este caso grueso), es ideal para su utilización en cortinas, y la lona, más resistente y rígida se utiliza para confeccionar tejidos para muebles de exterior, entre muchos otros usos. Otros tejidos creados con algodón, como el piqué, característico por su relieve en forma de nido de abeja, se utilizan en la creación de colchas ligeras.

Las lanas, obtenidas a partir del pelo de cabras, ovejas, llamas y alpacas, se caracterizan por su resistencia y calidez, lo que las hacen perfectas para textiles de invierno y zonas frías.

Entre los diferentes tipos de telas elaboradas a base de lana destacamos la franela, por ser perfecta para la ropa de cama invernal; y la sarga que por su gran resistencia se utiliza en elementos decorativos muy variados como cortinas, edredones y fundas nórdicas.

Como tejidos de lana más lujosos, destacamos el cachemir, confeccionado con la lana de la cabra de Cachemir del Tibet y el jacquard.

Las sedas producidas a partir del capullo del gusano de seda en metamorfosis son otra de las fibras más utilizadas en decoración de interiores por su fortaleza y suavidad.

Entre las telas confeccionadas con seda destacan los broncados, unos tejidos bordados en relieve y realizados con seda brillante e hilos metalizados. Y como es de esperar, suelen utilizarse crear cortinas y ropas de cama.

La muselina es una tela vaporosa y transparente, muy fina. Sus orígenes parecen estar en la India en el siglo XIII, donde se confeccionaba con seda. Hoy lo encontramos también fabricado a base de algodón y usado en la confección de cortinas y visillos.

Por otro lado, entre las telas de seda encontramos el satén, un tejido con mucho brillo y cuerpo que imita la seda, con la que originalmente se confeccionaba este tejido. En la actualidad se fabrica generalmente en base al acetato. Tiene muchas aplicaciones en decoración de interiores, pero como todos los tejidos con base en seda es delicado de cuidar.

Y por último, pero no menos importante, destacan los tejidos de piel sintética y de punto, tan imprescindibles hoy en día para llenar nuestras viviendas de texturas, formas y colores.