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Los espejos constituyen elementos esenciales dentro de la decoración ya que son capaces de transmitir diferentes sensaciones dependiendo de nuestro propósito. Desde que surgieran y se masificara su comercialización, los espejos han formado parte de nuestra vida, no solo utilizados como elemento decorativo, sino en aspectos científicos, inventos y cantidad de avances que hacen que hoy en día cueste imaginar la vida sin ellos.

En decoración tienen la capacidad de transformar los espacios y es que nos ayudan a aumentar la sensación de profundidad y luminosidad de las estancias dónde son colocados. Podemos encontrar diferentes modelos, formas y tamaños. A continuación os damos algunos consejos que pueden ayudar en su inclusión en la decoración del hogar.

Tenemos que jugar con la reflexión de los espejos, estudiando los detalles que queremos reflejar.

Para ampliar un espacio pequeño basta con incluir un espejo grande, con lo que conseguiremos tener la sensación de duplicar el espacio disponible.

El tamaño del espejo, sus acabados y la forma también influyen en lo que se obtiene finalmente. Un espejo sin molduras consigue agrandar una estancia, ya que consigue un efecto más impactante. Los bordes del espejo también aportan, dando un toque elegante los bordes biselados, y un toque más moderno y vanguardista los espejos con bordes pulidos.

En muchas ocasiones tendemos a colocar elementos decorativos al azar. Tenemos que evitar colocar espejos de manera aleatoria por nuestra casa, ya que inconscientemente podemos conseguir un efecto negativo.

Es aconsejable adaptar cada espejo a su uso, es decir, si tenemos niños pequeños en casa, en el cuarto de baño conviene que dispongan de espejos a su altura. Los espejos adhesivos son un buen recurso para estos casos.

Los espejos que reflejan el cuerpo completamente debemos de colocarlos totalmente verticales. De lo contrario producirán alteraciones en la imagen que proyectan y nos veremos deformados.

 

Fotos (Vía Pinterest)