Alfombras infantiles, o cómo dejar volar la imaginación

Decorar una habitación infantil con alfombras nos abre un mundo de posibilidades. Porque, más allá del efecto de diseño y creación de ambiente que nos aporta, estamos hablando de un elemento que, en especial en los primeros años de vida de nuestros hijos, se va a convertir en su lugar especial, ya que les va a facilitar la posibilidad de estar en el suelo, sin que nosotros tengamos temor a que la frialdad del mismo o la suciedad se conviertan en su peor enemigo. Y es que en una alfombra se pueden desarrollar las más increíbles aventuras. Ya, desde bebés, podemos encontrar en el mercado una amplia variedad de ellas, la gran mayoría, orientadas al desarrollo y aprendizaje de los peques de la casa.

Un bebé disfruta sobre su alfombra

Entre los distintos diseños y modelos entre los que podemos elegir, las hay rectangulares o con formas. A la hora de escogerlas, pensad en el tamaño y la estructura de la habitación.

Podéis optar entre diversos materiales, Como el algodón o la lana, y de dibujo, flores, estrellas, animalitos, figuras geométricas…todo se adapta a una habitación infantil, siempre y cuando lo combinéis con el resto de decoración y mobiliario.

En cuanto a  colores mejor optar por los suaves y los tonos pastel – sí, son más sucios- pero ayudan a crear un ambiente acogedor y sereno- como grises, celestes o rosas.

En cuanto a los dibujos con los que se decoran estos objetos, ya hemos hablado de figuras geométricas, animales como la cebra o peces, estrellas y planetas…pero también es habitual encontrarlas con juegos para que los niños se diviertan sin tener que andar sacando más juguetes y llenando la habitación de trastos – aunque los papis sabemos que eso es imposible…Pero, siempre podemos reducir esos momentos con estas alfombras-. Nos referimos a aquellas que llevan el dibujo de una rayuela, o del juego de la oca (cuidado si los niños son demasiado pequeños,  que las fichas sean grandes para evitar atragantamientos). Las podemos encontrar también en relieve, simulando granjas o ciudades completas. Estas son muy indicadas para desarrollar la imaginación de los niños. Les ayudan a jugar a contarse historias y sentirse agricultores, granjeros o conductores…aprenden a ser mayores. También hay modelos de casa de muñecas, de campos de fútbol, de juego de parchís o ajedrez… ¿Quién se resiste a tirarse al suelo y jugar con ellos?

Pero también las hay redondas. En el mercado las encontramos en materiales muy suaves, incluso reversibles- por un lado estampadas y por el contrario, lisas- que se adaptan a esas tiendas de campaña que también encontramos en algunos dormitorios infantiles. Este tipo de alfombras son muy versátiles. Cuando los niños son bebés, sirven para que jueguen en el suelo, podamos hacerles carantoñas, o suaves masajes en la tripita. Cuando crecen, se adaptan a cualquier tipo de decoración. ¡Cómo les gusta a los adolescentes presumir de su alfombra de cuando eran bebés, delante de sus amigos!

No podemos descartar que, entre nuestros lectores, haya genios de las manualidades. En ese caso, no hay que desperdiciar vuestras dotes. Ya sea para hacer una alfombra nueva o para modificar alguna que ya tiene algún tiempo y adaptarla, las posibilidades son muchas. Podéis, por ejemplo, convertir una aburrida alfombra ovalada en un fiero león, comprando tejido similar al que ya tienes, para hacer la cabeza y las patas; hilos de lana para la melena y la cola y fieltro para las garras y toda la cara. Es solo un ejemplo, pero también podéis construir vuestro propio campo de fútbol, hacerla de crochet, o fabricar una alfombra de bolas personalizada…dejad volad la imaginación y ayudaos de los propios niños. Podéis pasar una entretenida y divertida tarde de manualidades en familia.

Grandes y pequeños juegan en las alfombras

No olvidéis tomar medidas de la habitación para que ni os paséis ni os quedéis cortos. Hay compañías que las hacen a medida, la mejor de las opciones, porque también las podéis personalizar, aunque, obviamente, son más caras.

Un último consejo. Más allá del diseño, cuando vayáis a escoger la alfombra del cuarto de los peques, no olvidéis fijaros en que sea fácil de lavar en lavadora. No podéis dejar de lado que es un objeto que va a estar en contacto con el suelo y con los niños. Las últimas tendencias nos hablan de alfombras realizadas en material vinílico, por lo que son aun más cómodas a la hora de la limpieza, ya que un paño húmedo o un pase de la fregona pueden ser suficientes. Si no queremos que sea caldo de cultivo de ácaros y polvo, habremos de mantenerlas limpias constantemente.

En definitiva, las alfombras aportan comodidad y calidez, invitan al relax y a jugar en el suelo y, por supuesto, decoran las habitaciones de los más pequeños de la casa, dando la oportunidad de cambiar el aspecto del dormitorio con solo modificar la ubicación de la misma.