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Cómo restaurar muebles de madera

Los muebles de madera suelen tener muy buena calidad, razón por la cual resisten durante muchos años. Algunos, de hecho, permanecen en las familias durante décadas y tienen para sus propietarios un gran valor sentimental. Que un mueble se haya estropeado o pasado de moda no tiene por qué significar el final de su vida útil sino que, gracias a la restauración, se puede recuperar para que ocupe un lugar especial en la vivienda.

La restauración de un mueble es más sencilla de lo que pueda parecer, aunque exige hacerlo de forma metódica y cuidadosa. De hecho, la restauración de muebles se ha convertido en un hobby para muchas personas, ya que puede servir para disfrutar y relajarse. Si no sabes cómo empezar a sacarle partido a tus antiguos muebles, te explicamos los pasos básicos.

Pasos para restaurar muebles de madera

Para la restauración de un mueble hacen falta principalmente estos materiales:

  • Brocha.
  • Rodillo y pinceles.
  • Espátula.
  • Pintura (si se va a cambiar el color).
  • Barniz.
  • Tapaporos.
  • Trapo.
  • Cubo.
  • Lija.
  • Destornilladores.

Los pasos a seguir para restaurar el mueble son los siguientes:

  1. Desmontar el mueble: si es un mueble desmontable, lo mejor es separarlo en piezas, ya que así será más fácil manejarlo.
  2. Limpiar la superficie para eliminar los restos de suciedad y polvo.
  3. Preparar la superficie: el primer paso para darle una nueva vida al mueble es lijarlo para eliminar la pintura, barniz o encerado. Si el mueble es muy antiguo quizás sea necesario usar un líquido solvente para eliminar estos productos. Una vez lijado, hay que quitar muy bien todo el polvo que se ha generado.
  4. Proteger la nueva superficie: una vez lijado, hay que observar el estado de la madera para detectar posibles daños causados por parásitos como las termitas. Si efectivamente esta dañado, habrá que aplicar un producto para eliminarlos, como un tapaporos con insecticida integrado. El tapaporos también puede servir para tapar arañazos o raspones.
  5. Apretar los tornillos y clavos que se hayan aflojado y reemplazar, si es necesario, cerraduras, bisagras y manillas. También pueden cambiarse pequeñas piezas, como patas y molduras, que se colocarán con cola.
  6. Pintar: si no se va a dejar el mueble en su tono original, es el momento de aplicar la pintura. Se deben dar al menos dos capas de pintura, dejando varias horas entre ambas para que se seque la primera. También es recomendable que, entre una y otra capa, se dé una suave pasada con papel de lija de grano fino para perfeccionar la superficie y lograr la mayor adherencia del producto.
  7. Aplicar barniz: después de que la pintura se seque hay que aplicar varias capas de barniz para aumentar la resistencia y durabilidad de la madera. Se puede elegir satinado o mate e incluso con tinte en vez de incoloro. El mejor instrumento para distribuirlo por la superficie es una brocha ancha y plana. Tras el barniz se puede aplicar una capa de cera incolora para darle un aspecto más natural.

Consejos para restaurar los muebles

Para obtener unos resultados óptimos durante la restauración conviene:

  • Hacerla en interior, para que no le afecten las condiciones meteorológicas.
  • Cubrir la superficie en la que se vaya a depositar el mueble, para evitar que caiga sobre ella pintura o cualquier otro producto.
  • Preparar las brochas que se vayan a utilizar, dejándolas sumergidas en agua unas horas antes de usarlas. Después hay que limpiarlas con disolvente y dejarlas secar.
  • Usar brochas anchas y planas para superficies planas y pinceles redondos para molduras o rincones. Para grandes superficies puede ser adecuado usar un rodillo.