Mantener ordenada una casa cuando hay niños en ella no es nada sencillo. Los más pequeños no sólo expanden libremente los juguetes por su dormitorio o la zona de juegos, sino que tienden a dejarlos en cualquier rincón de la vivienda. A los juegos hay que sumar también la ropa, las zapatillas, la mochila… No obstante, mantener en orden la casa es posible si se siguen algunos pequeños consejos y se involucra a los niños en la tarea.
- Cada cosa debe tener un sitio: para tener todo ordenado hay que saber dónde guardar cada cosa. Si falta espacio, habrá que deshacerse de algo o añadir más almacenamiento.
- Delimita una zona de juegos: si no, los niños dejarán sus juguetes por todas las habitaciones. Lo habitual es que jueguen en su dormitorio o en un cuarto de juegos pero, si quieren hacerlo en el salón, hay que establecer claramente cuál es la zona de la habitación dedicada a ello. El espacio se puede delimitar con una alfombra o suelo de puzle que además les quitará la frialdad del suelo. Evita que utilicen las mesas o muebles de la decoración, ya que se pueden estropear. Por cuestiones de seguridad, nunca deben jugar en la cocina o el baño.
- Reduce el número de juguetes: es habitual que los niños acumulen muchos juguetes, pero no los usan todos siempre. Mantén a su disposición los que más utilicen y guarda los demás en un armario o trastero. Si pasado un tiempo no los echan de menos, se pueden donar. También es conveniente revisar los juguetes más antiguos. Si están estropeados y no se pueden arreglar, lo más práctico es tirarlos.
- Elige muebles infantiles: para el dormitorio infantil o el cuarto de juegos hay que escoger un mobiliario adaptado a los niños, que les permita usarlo sin peligro y con facilidad. El espacio para guardar los juguetes tiene que estar a su altura para que puedan recoger solos. Son muy útiles los pequeños baúles, baldas, cajoneras… De esta manera los niños tendrán más autonomía y podrán jugar tranquilamente sin recurrir constantemente a la ayuda de los padres.
- Etiqueta los muebles: añade al mobiliario etiquetas con dibujos o palabras (según la edad) para que los niños sepan dónde almacenar cada cosa.
- Enséñales a guardar los juguetes después de usarlos: lo mejor es que aprendan a guardarlo todo cuando van a cambiar de actividad. Asimismo deben saber que antes de salir o a la hora de dormir la habitación debe quedar ordenada. Esta norma se puede aplicar a cualquier otro objeto. Por ejemplo, explícales donde colocar las zapatillas, abrigos o mochilas para que los pongan en su sitio nada más volver de la calle.
- Elabora una tabla de tareas: para enseñar a los niños la importancia del orden, se puede crear una tabla de colores con las tareas que hay que realizar en casa y a quién le corresponde hacerlas. De esta manera también aprenderán a cumplir sus obligaciones. Hay que crear equipo y hacerles ver que en casa todos tienen que colaborar e implicarse en la limpieza y el orden.
- Predica con el ejemplo: los niños no son los únicos que desordenan la casa. Todos los miembros de la familia, mayores y pequeños, deben aportar su granito de arena para mantenerla a punto.
Además de todo esto es importante revisar la vivienda para cerciorarse de que no existen peligros a su alcance. Jarrones y otros objetos decorativos pueden provocar accidentes, por lo que es mejor quitarlos durante unos años para ganar tranquilidad.
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