Las mamparas de baño son accesorios delicados que requieren de un cuidado especial y un mantenimiento constante. Cuidarlas bien es clave para que duren muchos años pero al final es inevitable que algunos de sus elementos se estropeen o desgasten. No obstante, salvo que se raje o se rompa el cristal, no es necesario sustituir la mampara cuando empiece a presentar signos de desgaste. Algunas de sus piezas se pueden cambiar para que dure más tiempo.
Cómo cambiar la silicona
Cambiar periódicamente la silicona estropeada es importante para que no se salga el agua por los recovecos. Los pasos para hacerlo son los siguientes:
- Quita la vieja silicona con un cúter o cuchilla.
- Aplica alcohol para que no queden restos de silicona.
- Limpia y seca muy bien la superficie. Esto es importante porque, si no se seca bien, podrían quedar poros que den lugar a fugas de agua.
- Aplica la nueva silicona sin pasarte con la cantidad. Es recomendable usar tubos de silicona flexibles, ya que permiten acceder a cualquier sitio. Para poner la silicona hay que hacerlo desde fuera y con un cordón muy fino. Los restos se pueden quitar con los dedos (mojados para que no se pegue).
- Déjala reposar 24 horas antes de comprobar si se sale el agua. Si hay alguna pérdida, habrá que aplicar nuevamente silicona en esa zona.
Cómo cambiar los rodamientos
Una de las partes clave de las mamparas con puerta corredera son los rodamientos, ya que de ellos depende que la mampara abra y cierre sin esfuerzo. La acción del agua, la cal y los jabones provoca que estos rodamientos con el tiempo se atasquen, ante lo cual será necesario engrasarlos. Si después de engrasarlos siguen sin deslizarse correctamente, quizás haya que cambiarlos. Para hacerlo hay que comprar unos rodamientos adaptados al modelo concreto de mampara y seguir estos pasos:
- Saca los rodamientos del riel para retirar la puerta: comienza quitando los de la parte inferior y luego sigue con los de la superior para que la mampara no se caiga. Es recomendable contar con la ayuda de alguien para que la sujete.
- Una vez descolgada la mampara, apóyala en un lugar donde no vaya a romperse. Protege sus ángulos con toallas o plástico de burbujas.
- Usa un destornillador para quitar uno a uno los rodamientos, retirando el tornillo que los sujeta. Normalmente están tapados con un embellecedor que habrá que retirar primero.
- Limpia bien la zona y atornilla uno a uno los rodamientos nuevos. Coloca de nuevo el embellecedor.
- Coloca la mampara: al contrario que para quitarla, hay que empezar colocando la puerta sobre el perfil superior para seguir después con el inferior.
- Una vez colocada, ajusta los rodamientos apretando los tornillos. Se debe encontrar el punto justo para que se deslicen con suavidad por el riel.
Cómo cambiar las gomas
Mantener las gomas en buen estado es imprescindible para evitar que se filtre el agua al exterior de la ducha. Limpiarlas alarga su vida útil, pero al cabo de tres o cuatro años habrán acumulado moho y erosión por la humedad. Para que cumplan perfectamente su función habrá que cambiarlas, un proceso que resulta muy sencillo y barato. Tan sólo hay que buscar la goma apropiada para esa mampara en concreto, quitar las antiguas y colocar las nuevas.
Hay dos tipos de gomas: las que se ubican en la parte inferior y los laterales (en la estructura) y las que se colocan también sobre el cristal. Cada una de ellas se cambia de forma distinta:
- Si la goma sólo está en la estructura: hay que buscar el perfil por el que se desplaza, arrastrar la goma hasta sacarla y desplazar la nueva por el mismo sitio. Para sacar la antigua goma quizás haya que quitar algún tornillo.
- Si la goma está sobre el cristal: hay que tirar de la goma hasta separarla del cristal, limpiar bien la superficie del mismo y colocar la nueva haciendo presión con las manos.
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