Las viviendas con jardín permiten a sus habitantes disfrutar del aire libre durante la primavera y el verano. Comer, hacer deporte, tomar el sol… son muchos los usos que se le pueden dar al jardín. No obstante, con la llegada del verano aumentan las horas de sol y las temperaturas, lo que provoca que muchas veces haga excesivo calor en el exterior. Para poder disfrutar de este espacio incluso en las horas centrales del día es imprescindible crear un poco de sombra. Las opciones para conseguirlo son muy variadas.
Sombrilla
La opción más sencilla y práctica es colocar una gran sombrilla. La estructura de estos parasoles suele ser ligera, ya que se componen de un mástil de aluminio o acero y una tela de poliéster fácil de limpiar y disponible en múltiples colores. La ventaja de las sombrillas es que se pueden mover para dar sombra en diferentes zonas del jardín. Además, si se elige una sombrilla con rotación de 360º se podrá orientar hacia la posición del sol. Su principal inconveniente es que la sombra que crean es más limitada. Asimismo, hay que tener cuidado de que la base tenga el peso suficiente para mantenerla fija cuando está abierta.
Toldo
La opción más clásica para crear sombra es el toldo, que puede ser fijo, enrollable o extensible. Hoy en día los toldos están disponibles en una gran variedad de diseños y colores. No hace falta que estén hechos a medida, sino que se pueden adquirir con longitudes estándar en muchas grandes superficies de bricolaje.
Pérgola
Es una estructura fija constituida a base de una serie de pilares que después soportan entre sí las vigas. Sobre éstas se puede colocar una cubierta hecha con tela, cañizo, bambú, brezo… También la estructura de la pérgola puede ser de varios materiales distintos (aluminio, madera, obra…). Algunas veces los techos son fijos y otros movibles, como es el caso de las pérgolas que se tapan con un toldo. Ciertos modelos incluso cuentan con lamas orientables para dejar que entre o no el sol dependiendo del momento.
Estas estructuras se pueden instalar pegadas a una pared (a modo de porche) o de forma independiente. Se les puede añadir también estores o cortinas en los laterales para tapar el sol cuando esté más bajo. La principal ventaja de las pérgolas es que sirven tanto para tapar el sol como para dar intimidad y conservar el mobiliario externo.
Gazebo
El gazebo se compone de una estructura con varias patas ancladas al suelo (de acero, aluminio o madera) y una cubierta de tela. Los gazebos son fáciles de instalar y se pueden plegar y guardar cuando no se vaya a usar el jardín. No obstante, la resistencia y durabilidad de esta estructura es menor que la de una pérgola.
Vela textil
Para crear sombra no hace falta colocar una gran estructura sino que basta con sujetar sobre el suelo un pequeño techo de tela. Las velas están realizadas con telas especiales para exterior, la mayor parte de las veces microperforadas para que no se acumule el agua de la lluvia. Estas telas se pueden enganchar con cabos a la pared de la casa, los árboles o a varios soportes clavados en el suelo. Sus formas, colores y dimensiones son variados. La ventaja de las velas es que son fáciles de instalar y no tapan la visión por los laterales. Su principal inconveniente es que la sombra que crean se va moviendo durante el día en función de la posición del sol.
Vegetación
Para disfrutar de una sombra natural, aprovecha los árboles del jardín para situar bajo ellos la mesa o los sillones. También se puede crear un techo natural usando plantas trepadoras o enredaderas que suban por una estructura instalada previamente.