Tener un sofá cama en casa puede resultar muy útil, especialmente si la vivienda no es muy grande. Estos muebles tienen varias ventajas y, aunque hace unos años se consideraba que no eran muy cómodos, hoy en día existen múltiples variedades bastante confortables.
Tipos de sofá cama
Existen varios tipos de sofá cama en función de su forma de apertura:
- Desplegable: tiene un mecanismo que enrolla el colchón para dejarlo escondido bajo los asientos del sofá. Existen dos tipos: los convertibles, que obligan a quitar los asientos y respaldo del sofá para desplegar el colchón; y los italianos, que permiten desplegar la cama sin necesidad de quitar estos cojines, ya que quedan ocultos bajo el colchón.
- Tipo libro: para abrirlo sólo hay que abatir el respaldo del sofá hacia atrás. Entonces el ancho del sofá se convierte en el largo de la cama.
- Con respaldo hacia abajo: para abrirlo hay que tirar de los asientos hacia delante y después bajar el respaldo hacia el frente para que ocupe el lugar en el que estaban los asientos.
- Con cajón escondido o apertura de tipo delfín: para montar la cama se extrae de debajo del sofá un cajón. Mediante unas patas o un sistema especial, se sube el cojín de este cajón para que quede a la altura del asiento.
- Futón: está formado por una estructura de madera y un colchón que permanece doblado cuando tiene forma de sofá. Para abrirlo hay que mover el respaldo hacia atrás y desplegar el colchón sobre la estructura.
Ventajas y desventajas de los sofás cama
Las ventajas de los sofás cama son las siguientes:
- Ayudan a aprovechar al máximo el espacio, ya que permiten tener dos muebles en el lugar que ocuparía uno.
- Su precio es inferior a lo que costaría comprar un sofá y una cama separados.
- Si son de calidad, tienen una durabilidad superior a la de un sofá normal. Esto se debe a que su estructura y materiales tienen más resistencia que los de los sofás normales.
- Están disponibles en una amplia variedad de diseños, formas, sistemas de apertura y colores, por lo que se adaptan perfectamente a las necesidades de cada vivienda.
El principal inconveniente de estos sofás es que, si bien cada vez hay modelos más cómodos, nunca podrán ser tan confortables para dormir como un buen somier y colchón. Si se utilizan diariamente, a la larga el cuerpo se puede resentir. El otro inconveniente de los sofás cama es que hay que abrirlos y cerrarlos diariamente. Además algunos modelos exigen quitar y poner las sábanas todos los días, lo que puede resultar un incordio.
Cómo elegir el mejor sofá cama
A la hora de comprar un sofá cama hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Para qué lo vas a usar y con qué frecuencia: no es lo mismo utilizarlo de vez en cuando para recibir a un invitado que usarlo diariamente porque en la vivienda no hay un dormitorio. Si hay que usarlo todos los días se deberá escoger un modelo confortable y fácil de abrir, aunque sea un poco más caro. Por el contrario, si la idea es usarlo sólo de forma puntual, no es necesario invertir tanto dinero. Lo importante es que ocupe poco espacio.
- Superficie disponible: para elegirlo no sólo hay que tener en cuenta el espacio que ocupa cerrado sino también abierto.
- Sistema de apertura: es importante escoger un sofá que sea fácil de abrir y cerrar. Si además permite cerrarlo con la cama hecha mucho mejor.
- Tapicería y color: aunque lo importante en un sofá cama es que sea práctico y cómodo, tampoco hay que olvidar la estética.
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