Mantener una casa es bastante caro, independientemente de que se viva en una vivienda propia o arrendada. Además del pago de la hipoteca o el alquiler, hay que hacer frente al gasto de los suministros (luz, agua, gas…), la compra de productos de limpieza y el mantenimiento y arreglo de los electrodomésticos, entre otras cosas. Te damos algunos trucos para ahorrar dinero en casa y no despilfarrar energía ni recursos.
- Apaga las luces al salir de la habitación. Es un gesto sencillo que puede reducir la factura.
- Apuesta por las bombillas LED: su consumo puede llegar a ser entre un 80 y un 85% más bajo que el de una bombilla normal, algo que reduce la factura de la luz considerablemente.
- Desenchufa los electrodomésticos y cargadores: gastan energía incluso si los aparatos están en reposo. Lo mejor es enchufar los aparatos que tengan piloto rojo en una regleta con interruptor para desactivarlos fácilmente.
- Compra electrodomésticos de gran eficiencia energética (A+, A++ o A+++).
- Al cocinar, elige sartenes y ollas que se adapten al tamaño del fuego para que no se desperdicie el calor. Si además las tapas mientras cocinas, reduces los tiempos de cocción y ahorras energía. . En las cocinas eléctricas (salvo las de inducción) puedes aprovechar el calor residual que queda tras apagar el fuego para terminar de cocinar.
- Usa bien el frigorífico: no metas los alimentos calientes (ya que esto incrementa su consumo energético) y descongela los alimentos en él para aprovechar el frío.
- Llena el congelador: consume menos electricidad que vacío. Si no tienes nada que congelar, mete unas botellas de agua.
- Aprovecha para cocinar más de un plato a la vez cuando enciendas el horno.
- Usa menos la secadora: es uno de los electrodomésticos que más consumen. Si tienes espacio para colgar la ropa, no abuses de ella.
- Llena al completo la lavadora y el lavavajillas para aprovechar la energía y el agua que gastan estos electrodomésticos. Ten en cuenta, además, que usar el lavavajillas gasta menos agua que fregar a mano.
- Respeta las dosis marcadas por los fabricantes de los productos: si, por ejemplo, para poner una lavadora de 5 kg las instrucciones dicen que basta con un tapón de detergente, no eches más.
- Plancha menos a menudo: la plancha consume gran parte de su energía al calentarse, no al planchar. Por eso es mejor planchar menos veces una mayor cantidad de ropa que muchas veces una prenda suelta.
- Prepara una lista de la compra: antes de acudir al supermercado, apunta lo que necesitas. De esta manera tardarás menos en hacer la compra y además evitarás gastarte el dinero en cosas que no te hacen falta. Al hacer la lista, revisa la despensa para asegurarte de no comprar lo que ya tienes.
- Haz un presupuesto: de esta manera mantendrás un control de los ingresos y los gastos y sabrás con qué dinero cuentas y en qué cosas puedes ahorrar.
- Utiliza ventiladores de techo: gastan menos energía que los aires acondicionados y pueden refrescar las habitaciones cuando no hace excesivo calor. Además, si se hacen girar de forma invertida durante el invierno, también sirven para desplazar hacia el suelo el aire caliente que se acumula en el techo.
- No malgastes agua: date una ducha en vez de un baño y cierra el grifo mientras te lavas los dientes y las manos. Si puedes, elige un inodoro con cisterna de doble carga.
- No tapes los radiadores con cortinas ni con cubrerradiadores: esto provoca que necesiten más energía para calentar lo mismo.
- Pon un termostato: de esta forma podrás programar la temperatura (lo ideal son 20º) y los horarios de la calefacción. La casa permanecerá templada sin derrochar energía.
- Revisa la caldera: si tiene polvo o grasa consume más. Es recomendable hacer una revisión anual para alargar su vida y reducir las facturas.
- Sube y baja las persianas durante el invierno: por el día hay que subirlas para que entre el sol y caliente la casa. Por la noche es mejor bajarlas para aislar del frío.
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