El olor, aunque no lo parezca, es una característica importante de cualquier espacio. Los olores se suelen asociar con distintas emociones y, por ello, el olor de un lugar es clave para sentirse cómodo en él. Mientras que ciertos olores son acogedores, otros invitan a salir de casa por el desagrado que provocan. Si quieres que tu casa huela siempre bien y agrade tanto a los habitantes como a los invitados, no te pierdas estos trucos.
- Ventila: abre las ventanas al menos 10 minutos al día para que corra el aire y se renueve.
- Limpia de forma frecuente: no hace falta realizar una limpieza a fondo todas las semanas, pero es importante barrer, fregar y quitar el polvo para evitar la suciedad y el mal olor asociado a ella. Por muchos ambientadores que uses para ‘tapar’ el olor, si la casa no está limpia no podrá oler bien.
- Presta especial atención a la limpieza de la cocina: en esta habitación se acumulan muchos olores bastante desagradables. Por eso hay que mantener el fregadero y las tuberías limpias y lavar los cubos de basura frecuentemente. Antes de meter los platos en el lavavajillas, enjuágalos bien. Este electrodoméstico también hay que lavarlo de vez en cuando, para lo cual existen algunos limpiamáquinas específicos.
- Tira la basura todos los días, porque es una fuente de olores desagradables. Asimismo, intenta que los cubos estén guardados en algún mueble de cocina o en un lavadero.
- Cambia las sábanas una vez a la semana.
- Deja abierta la puerta de la lavadora después de usarla para que se seque.
- Acumula la ropa sucia en una bolsa de tela o cesto cerrado para que no escapen los malos olores.
- Revisa la comida: vigila los alimentos frescos del frigorífico para tirar los estropeados antes de que se pudran y dejen un mal olor. En la despensa, mete los alimentos en cajas para que no se mezclen sus olores y limpia las baldas frecuentemente.
- Tiende las toallas después de su uso para que no permanezcan húmedas y cámbialas semanalmente.
- Coloca flores: las flores son una fuente natural de agradables aromas. Además cada una tiene su olor característico y puedes escoger la que más te guste. Eso sí, hay que estar pendientes para cambiarlas antes de que se marchiten. Para que aguanten más, cambia el agua cada dos o tres días y corta un poco los tallos cada vez que lo hagas. Las flores secas se pueden usar después para hacer un popurrí.
- Pon macetas con plantas aromáticas en la cocina.
- Decora la casa con velas perfumadas. Además de ser bonitas huelen muy bien y pueden crear diferentes atmósferas en función del perfume elegido.
- Únete a la moda de los aceites esenciales: no sólo huelen bien sino que también tienen beneficios terapéuticos. Hay muchas variedades: eucalipto, hierbabuena, árbol del té…
- Utiliza ambientadores mikado: esparcen de forma homogénea los olores por toda la habitación.
- Fabrica tus propios saquitos aromáticos y colócalos en los armarios y cajones para que su olor a cerrado no impregne las habitaciones. Aunque se pueden comprar hechos, fabricarlos es muy sencillo. Sólo hay que meter hierbas aromáticas (p.ej. lavanda seca) en saquitos de tela de lino u organza.
- Utiliza productos como el vinagre, el bicarbonato, el limón o el café para los malos olores de la cocina. Son desodorantes naturales.
- Para evitar el olor a frito, mete una rodaja de manzana o cáscaras de limón en el aceite y quítalas cuando se pongan negras.
- Si quieres eliminar el mal olor de algunos tejidos (alfombras, cortinas, sofás…) llena un spray difusor con agua, zumo de limón y dos cucharadas de bicarbonato. Déjalo enfriar en la nevera y después aplícalo en el textil para quitar el olor.
- Recurre a olores caseros: no hay nada más hogareño que el olor a café, magdalenas o bizcocho recién hecho.
- Evita los ambientadores químicos: algunos emiten sustancias nocivas tanto para la salud como para el medio ambiente.
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