Muchas viviendas disponen de un trastero o de un amplio garaje en el que se pueden guardar aquellas cosas que ni caben en las habitaciones de la casa ni se usan diariamente. Aunque sin duda esta es una buena solución al problema de espacio que tienen la mayoría de las viviendas, hay que tener cuidado con lo que se guarda en el trastero y el garaje. Estas zonas tienen humedad y sufren cambios de temperatura, además de estar más expuestas a las plagas. Por todo ello, hay que evitar guardar en el trastero o el garaje las siguientes cosas:
- Cajas de cartón: son susceptibles de dañarse por culpa de la humedad y además tienen grietas que permiten la entrada de insectos, plagas e incluso ratones. Por ello lo mejor es guardar las cosas en cajas de plástico duro cerradas herméticamente. Además, el plástico se puede escoger transparente y así se identificará rápidamente su contenido, lo que resulta muy práctico a la hora de buscar algo.
- Documentos importantes: papeles importantes como un contrato o las escrituras de la casa no deben guardarse en estas habitaciones porque pueden estropearse con la humedad. Además puede que sea necesario recurrir a ellos en algún momento, por lo que es mejor tenerlos a mano. Lo mismo ocurre con los libros y los viejos apuntes.
- Fotografías: igual que los documentos, se pueden estropear por la humedad y los cambios de temperatura. Por ello es mejor almacenarlas en casa y colocarlas en álbumes. Así, además, podrás verlas siempre que quieras.
- Joyas y objetos de valor: si el trastero está dentro de una comunidad de vecinos no es recomendable guardar en él joyas y otros objetos de valor, ya que sus puertas no ofrecen seguridad suficiente. Lo mejor es guardarlas en la vivienda o recurrir a una caja de seguridad del banco.
- Ropa de cama: la humedad de garajes y trasteros puede provocar la aparición de hongos y moho, razón por la cual no se debería guardar la ropa de cama en estas habitaciones. Tampoco se deben almacenar toallas, ya que absorben la humedad y cogen mal olor.
- Ropa delicada: aunque es común guardar en el trastero las prendas que no son de uso diario (p.ej. vestidos o trajes para celebraciones), las temperaturas extremas las pueden estropear.
- Muebles de madera: los cambios de temperatura hacen que la madera se expanda y se contraiga y la humedad puede deformarla. Las malas condiciones ambientales también pueden provocar que la madera se agriete o enmohezca.
- Pintura: es común guardar el sobrante que queda después de pintar las paredes de casa por si hay que hacer algún retoque. No obstante, la pintura no dura mucho tiempo en garajes y trasteros si está sometida a mucho calor en verano o frío en invierno.
- Material inflamable: bombonas de gas butano, propano, petardos… hay multitud de productos inflamables que no se deben guardar en trasteros y garajes ya que, si se produce un cortocircuito, podrían provocar un incendio.
- Instrumentos musicales de madera: la humedad de estos espacios no es adecuada para la delicada madera de los instrumentos musicales, ya que incluso podría aparecer moho. Tampoco la falta de humedad es apropiada, ya que la madera y las cuerdas se pueden agrietar.
- Comida: la comida en los garajes y trasteros puede hacer que aparezcan plagas. Además, el calor y la humedad también la pueden estropear. Tampoco es recomendable guardar las latas de conserva o productos no perecederos ya que, aunque pueden durar mucho tiempo, necesitan unas condiciones climáticas adecuadas.
- Vino: los cambios de temperatura provocan que el vino se oxide y tenga cierto regusto amargo.
- Cuadros: la pintura puede escamarse y agrietarse debido a los cambios de temperatura y la humedad. Para guardarlos en el trastero hay que asegurarse de que la temperatura es estable y no hay insectos.
- Animales y plantas: los seres vivos necesitan luz para sobrevivir, por lo que no es adecuado encerrar animales en el garaje ni tampoco almacenar plantas.
- Un frigorífico o congelador: si sube mucho la temperatura en el garaje o trastero, este electrodoméstico tendrá que invertir más energía para mantener los alimentos fríos, lo que aumentará la factura de electricidad.
- Aparatos electrónicos: televisores, ordenadores… también pueden sufrir daños por la humedad o los cambios bruscos de temperatura.
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