El estilo granja (‘farmhouse’ en inglés) está inspirado en las viviendas de los agricultores norteamericanos. Si bien tiene su origen en casas de campo, no hay que confundirlo con el tradicional estilo rústico español, aunque es cierto que ambas decoraciones comparten el interés por los materiales naturales y ciertos elementos arquitectónicos como las vigas.
El estilo granja combina toques rurales con otros más modernos, consiguiendo una decoración elegante y a la vez natural y hogareña. Es perfecto para decorar las segundas viviendas que se encuentran en el campo, aunque también se puede apostar por él en las ciudades para sentirse más cerca de la naturaleza. Te contamos cuáles son sus características para que le des a la decoración de tu casa un estilo granjero.
Claves del estilo granja
Las claves para recrear el estilo granja en tu vivienda son las siguientes:
- Apostar por lo práctico: el lujo o los materiales muy delicados no encajan en esta decoración.
- Arquitectura: en el estilo granja predominan los techos altos en los que están a la vista elementos arquitectónicos como las vigas. Tampoco puede faltar una buhardilla si la vivienda es grande.
- Materiales: la madera destaca como material principal en este estilo, sobre todo si está decapada o tiene un aspecto antiguo. Este material no sólo se encuentra en los muebles, sino que también se utiliza para revestir suelos, paredes y techo. Se puede combinar con otros materiales como la piedra, la mimbre y los metales.
- Muebles: en el mobiliario predominan las piezas grandes, robustas y únicas. Los muebles no deben combinar entre ellos, sino que cada uno puede ser distinto y venir de lugares diversos. Asimismo, las piezas tienen que ser antiguas y recicladas o, al menos, parecerlo. La clave para los muebles es que parezcan desgastados o que la madera esté en bruto. Algunos enseres indispensables en esta decoración son las mesas anchas y de madera maciza, las alacenas, las camas con dosel, los bancos rústicos y las sillas ‘tolix’.
- Colores: predominan en este estilo el blanco y otros tonos claros como el beige, el gris o el crema. Estos colores no sólo se utilizan para cubrir las paredes sino también para pintar los muebles. Al usar esta paleta las estancias parecen visualmente más amplias y, sobre todo, luminosas, algo imprescindible en este estilo. Para crear contraste se pueden añadir toques de amarillo claro, lila o turquesa.
- Textiles: los tejidos naturales como el algodón, la lana o la arpillera son los que mejor encajan en este estilo. Por el contrario, no se ajustan a la decoración de granja los tejidos de aspecto lujoso como el raso o el terciopelo. En cuanto a los patrones de los textiles (mantas, cojines, etc.) no pueden faltar las rayas y los cuadros, aunque también se puede apostar por los estampados de flores.
- Decoración: es clave para transmitir el ambiente de granja. Los accesorios ‘vintage’ y relacionados con las labores del campo y la granja son los protagonistas: regaderas, balanzas, colgadores de hierro, utensilios metálicos de cocina… Tampoco pueden faltar las plantas y las flores, ya sea en forma de ramos, flores secas o estampados. Un toque imprescindible para completar la decoración son las puertas de granero, ya sean nuevas o recicladas. Para las paredes se pueden escoger cuadros de animales o temática granjera.
Deja un comentario