La higiene en la cocina es algo fundamental, ya que en ella se come y se preparan los alimentos. Aunque se limpien diariamente el suelo, la placa de cocción y las encimeras, de vez en cuando hay que realizar una limpieza más exhaustiva que incluya los muebles, azulejos y electrodomésticos.
Consejos para realizar la limpieza
A la hora de realizar la limpieza de la cocina es recomendable seguir estos consejos:
- Asegurarse de tener todos los productos de limpieza necesarios antes de comenzar para que no haya que interrumpirla. Algunos imprescindibles son: bayetas, rollo de papel de cocina, guantes de goma, estropajo, limpiador antigrasa, limpiasuelos, productos específicos para los diferentes electrodomésticos (horno, vitrocerámica), amoniaco y limpiacristales.
- Buscar un día en el que haya tiempo para realizar la limpieza al completo (tres o cuatro horas). Si la limpieza se divide en varias jornadas al final es probable que se vaya postergando y que se alargue en el tiempo.
- Limpiar de arriba a abajo: es recomendable empezar por los azulejos y seguir por los muebles y electrodomésticos, primero los altos y luego los de la fila inferior. Lo último debe ser siempre el suelo.
Qué hay que hacer para limpiar la cocina a fondo
Para realizar la limpieza a fondo de la cocina es imprescindible:
- Limpiar los azulejos: suelen ensuciarse de grasa y comida, especialmente aquellos que se sitúan sobre el fregadero y la placa de cocción. Para limpiarlos se puede usar una mezcla de agua y jabón neutro o de agua con vinagre para darle brillo. Después de pasar una bayeta humedecida en la mezcla hay que secarlos con un paño.
- Vaciar los armarios y limpiarlos por dentro: para limpiar los armarios hay que sacar todo lo que hay dentro, tarea que se puede aprovechar para revisar la comida y tirar aquellos alimentos que estén caducados. Una vez vacíos se pueden limpiar con una bayeta empapada en una mezcla de agua y jabón neutro o un poco de amoniaco. Después hay que volver a llenarlos, intentando que queden ordenados. Por último se debe limpiar la parte exterior.
- Desengrasar la campana extractora: para hacerlo hay que quitar los filtros y aplicarles un producto desengrasante, dejándolo actuar un rato. Después hay que frotarlos con ayuda de un estropajo, aclararlos y dejarlos secar. Otra opción es meterlos en el lavavajillas. Antes de volver a colocarlos hay que limpiar el resto de la campana.
- Limpiar el frigorífico y el congelador: para ello hay que vaciarlos primero, tirando aquellos alimentos que estén caducados o estropeados.
- Limpiar el resto de los electrodomésticos: microondas, vitrocerámica, lavaplatos, lavadora, horno… Para algunos de ellos hay productos específicos. En la lavadora hay que prestar especial atención al cajetín del detergente y la goma. Para limpiar el lavavajillas hay que poner un lavado a alta temperatura con un producto desengrasante y extraer y limpiar el filtro a mano. En cuenta al microondas, basta con pasar una bayeta con agua y jabón por dentro y por fuera.
- Desinfectar los cubos de basura: para hacerlo se puede hervir un poco de vinagre y, con él caliente, frotar los cubos tanto por dentro como por fuera. Tras unos minutos se pueden enjuagar con agua.
- Lavar las cortinas y limpiar las ventanas (tanto los perfiles de aluminio como los cristales).
- Barrer y fregar el suelo: es imprescindible mover todos los electrodomésticos para eliminar la suciedad que se va acumulando por detrás y debajo de ellos.
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