Encajar todos los muebles en un dormitorio con espacio reducido puede resultar complicado, ya que en esta habitación hay que meter al menos un armario, una cama y una cómoda. En algunos casos también es el lugar para trabajar o estudiar, por lo que hay que añadir una mesa y una estantería. Guardar toda la ropa, libros y demás objetos personales puede llegar a ser complicado si no sabemos optimizar el espacio. Te damos algunas soluciones para conseguir que el dormitorio sea un espacio funcional en el que quepa todo.
- Define primero cuáles son tus necesidades: antes de empezar a llenar el espacio de muebles hay que pensar cuáles son imprescindibles y cuáles no. Puede que sólo te haga falta una cama y un armario y colocar una mesa resulte innecesario.
- Piensa bien las medidas de la cama: la cama es el mueble que más espacio ocupa en los dormitorios. Si la estancia es pequeña hay que evitar una gran cama matrimonial. Para una persona el ancho de 90 centímetros es suficiente, para dos se puede elegir una cama de 1,35 metros.
- Aprovecha la parte de debajo de la cama: en este hueco hay mucho espacio desaprovechado. La mejor manera de sacarle partido es eligiendo un canapé abatible. Otra opción es comprar una estructura con cajones debajo o, simplemente, colocar unas cajas de plástico.
- Elimina el cabecero o sácale partido: el cabecero de la cama puede quitar unos valiosos centímetros a la habitación, por lo que es recomendable eliminarlo. Se puede sustituir por un cabecero pintado en la pared. Otra opción es elegir un cabecero ancho que tenga estantes en su interior para guardar cosas. De esta manera podrás almacenar libros y servirá también como mesita de noche.
- Elige una cama abatible: si la habitación es muy estrecha, puede que no sea posible usar la mesa o abrir el armario cuando la cama está por medio. La solución es comprar una cama abatible, que se saca durante la noche y queda guardada en un mueble durante el día. Esta solución es especialmente interesante para dormitorios infantiles, ya que así los niños disfrutarán de más superficie para jugar durante el día.
- Compra una cama en alto: en dormitorios individuales una buena solución es colocar una cama alta. Bajo ella podrás instalar un escritorio, estanterías o armarios para aprovechar al máximo la superficie. Si la habitación la comparten dos niños, lo mejor es escoger una litera.
- Sustituye la mesilla de noche por una cómoda: si no tienes suficiente espacio para poner una mesilla al lado de la cama y una cómoda, prioriza la cómoda, ya que es muy útil para guardar ropa. Puedes colocar la cómoda al lado de la cama para que te sirve para dejar el despertador e incluso una lámpara.
- Cuelga unos estantes como mesilla de noche: el hueco que queda debajo aligerará el espacio, dando la sensación de que el dormitorio es más amplio. El único inconveniente es que no dispondrás de cajones para guardar cosas.
- Coloca un baúl al final de la cama: un baúl con la tapa recta puede servir no sólo para guardar mantas o sábanas, sino también para sentarse encima y cambiarse de zapatos. Eso sí, sólo se debe poner si queda suficiente espacio entre la cama y la pared para pasar con comodidad.
- Aprovecha el espacio vertical: que la superficie de la habitación sea pequeña no implica que haya poco espacio. La clave está en aprovechar al máximo la altura de la estancia. Por ejemplo, si no te caben los libros en la habitación, puedes escoger una estantería estrecha pero que llegue hasta el techo o colgar baldas por distintas paredes.
- Coloca una mesa plegable: si necesitas un escritorio para trabajar o estudiar pero no hay suficiente espacio, coloca un tablero plegable. De esta manera podrás desplegar la mesa cuando te haga falta y plegarla cuando quieras moverte más cómodamente por la habitación.
- Invierte en un mueble a medida: para aprovechar al máximo el escaso espacio de la habitación lo mejor es comprar uno o varios muebles a medida. Son caros pero le sacarás más partido al espacio.
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