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Pintura de pizarra, decora dibujando con tiza

No es una nueva ni mucho menos, pero la pintura de pizarra sí que se ha convertido en tendencia al igual que los vinilos como una técnica ingeniosa y divertida para decorar nuestro hogar. El truco está en sorprender y no cometer excesos, especialmente si optamos por colores oscuros.

En el mercado encontraremos los tradicionales negro y verde, que nos traerán recuerdos de la infancia, pero existe una amplia gama de tonalidades desde más suaves a más fuertes. Y si lo nuestro es el DIY, podemos animarnos a elaborarla por nosotros mismos. En caso contrario dispondremos de ella en varios formatos, como lata o spray. El  primero es mejor para cubrir superficies como paredes con rodillo, y la segunda para objetos más pequeños.

La pintura de pizarra nos servirá tanto para dar un toque original a una estancia como para renovar por completo un mueble viejo. Una cómoda, el respaldo de una silla, un frigorífico, las puertas de un armario… lucirán completamente diferentes con este método.

Es cierto que es más habitual su empleo en las habitaciones infantiles o de juegos, donde podemos aplicarla al tablero de una mesa o crear un mural gigante donde los más pequeños puedan hacer bonitos dibujos.  E incluso crearles su propia pizarra en el exterior, ya sea en la terraza o jardín, para evitar que el polvo de la tiza ensucie demasiado. Aunque hay que recordar que los restos se eliminan fácilmente con un borrador o un trapo húmedo.

Y por supuesto la pintura pizarra también tiene cabida en otras zonas de la casa de forma más innovadora  como la cocina, estudio o salón. En la primera es perfecta para apuntar el menú, la lista de la compra, o recordar los ingredientes que siempre se nos olvidan de nuestra receta favorita. También en un despacho o estudio podemos emplearla para organizar tareas, tomar apuntes o realizar esquemas cómodamente. Mientras que en el salón se recomienda no abusar de ella para poder integrarla sin problemas en el resto de la decoración, como en una columna incómoda, dentro de un marco, o una pequeña tabla en forma de calendario.

Las opciones son tan amplias como nuestra imaginación, y cuando nos cansemos tan solo tendremos que borrar y volver a crear, demostrando nuestras dotes artísticas, escribiendo una frase célebre u optimista lanzando algún mensaje al visitante o un recordatorio a algún miembro de la familia.

 

(Fotos vía Pinterest)