He aquí la cuestión, ¿cubrir o no cubrir los radiadores? La respuesta dependerá de cada uno, es cuestión de gustos. Pero más allá de esta elección siempre cabe la posibilidad de sacar provecho de este elemento para la calefacción, imprescindible para mantener con una temperatura agradable nuestro hogar durante el invierno.
Quizás no tuvimos la oportunidad de poder elegir dónde situar la climatización en nuestra vivienda, y quizás no sea para nosotros la más idónea. Pero haciendo caso al refranero, si no puedes prescindir de este enemigo en cuestión de estética, sí podemos unirnos a él, como un aliado decorativo.
La manera más sencilla y económica de ocultarlos o al contrario, de destacarlos hábilmente, es con un poco de pintura. Ya sean modelos clásico o modernos podemos optar por disimularlos eligiendo el mismo color de la pared, y obtendremos un radiador camuflado. O por el contrario, darle vida eligiendo un tono más fuerte y en combinación con alguno de los colores de la estancia, como un complemento más de la misma. Y si tenemos un poco de imaginación transformarlos en una simpática figura.
Desde los más tradicionales a los más vanguardistas, con diseños originales pero también más costosos, deben integrarse allí donde estén colocados, y si se puede de paso sacarles partido. Y para ello existen todo tipo de cubre radiadores: los de toda la vida con rejilla, de lamas, con placas de cristal, o incluso ocultos dentro de un mueble auxiliar o un armario.
Sobre la parte superior podemos tener una estantería extra, para colocar una planta, libros, una lámpara, una cesta, o una bandeja. Podemos encargarlos a medida o hacerlos por nosotros mismos como una sencilla repisa, en madera o mármol. Y si aumentamos sus dimensiones utilizarla en forma de mesa o encimera.
El objetivo es ganar un espacio útil sin poner obstaculizar la función de nuestro radiador. Pero es importante no olvidar que su misión principal es proporcionar calor, hacer de nuestra casa un lugar confortable. Para ello habrá que tener en cuenta que si los tapamos en exceso evitaremos que respiren y generen las calorías que deberían, con lo cual estaremos perdiendo temperatura. Sea cual sea el diseño por el que optemos, es fundamental tener en cuenta su ventilación, para lo cual necesitará las rejillas y aberturas necesarias, así como elegir materiales que no sean demasiado aislantes que le impidan trasmitir el calor adecuadamente.
(Fotos vía idealista.com;micasarevista.com; hogarutil.com;decoesfera.com; decoraymas.com)