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Zona de juego

Cada vez son más los sectores que deciden reservar una zona para los más pequeños. Por razones obvias resulta de los más práctico para los padres y divertido para los niños, contar con un área acondicionada para el juego. De modo que van en aumento los establecimientos y empresas que habilitan en el hall, sala de espera, en la propia zona de trabajo en una sala aparte, un espacio infantil. Muchos hospitales, consultas médicas, farmacias, hoteles, concesionarios, centros estéticos, supermercados, restaurantes o comercios, cuentan ya con un “play corner”.

Empresas especializadas ofrecen el diseño personalizado de estas zonas de juego y todo tipo de mobiliario y elementos decorativos, para cumplir con las necesidades de seguridad que exigen este tipo de zonas, para tranquilidad de sus padres; así como cumplir con sus expectativas, llamarles la atención y mantenerles entretenidos.Existe una gran variedad de posibilidades dependiendo del presupuesto, aunque en general no se necesita que este sea muy abultado si le echamos una buena dosis de imaginación.

Zona pequeña

En primer lugar es aconsejable que esta “zona pequeña” se sitúe contigua a la que ocuparán sus progenitores, de modo que desde lejos puedan observarles. Así como es conveniente que esté acotada para que no puedan transitar a su antojo manteniendo la visibilidad, cuando  no se cuente con personal para su cuidado. Lo más idóneo puede ser colocar una valla baja o estructura en madera o plástico, materiales más apropiados también para los muebles a medida que podemos colocar en ella. Alfombras o suelos en espuma o caucho, pueden encontrarse a precios asequibles para todos los bolsillos. Como ejemplo en el área de niños de Ikea encontraremos soluciones económicas para almacenaje y decoración infantil.

Pintar las paredes de colores vivos, un mural o vinilos con motivos infantiles también es una buena idea, según la amplitud con la que contemos. Unas cajoneras o contenedores para guardar juguetes, una librería con cuentos, una mesa, varias sillas, un banco o puff, resultarán más apropiados para mantenerles  tranquilos  que columpios o pelotas que los animen a saltar o hacer ruido, a no ser que se sitúe en el exterior o área separada. Los lápices o pinturas tampoco son una buena idea si pensamos en niños de edades tempranas. Una pantalla situada en una zona alta con dibujos animados también servirá para hacerles pasar un buen rato. Y por supuesto para la empresa será un punto a favor. Una forma en definitiva efectiva y barata de atraer y fidelizar a su clientela con familia, que podrá disfrutar de los servicios ofertados sin preocuparse de “esos locos bajitos”.