El uso de luces LED (Light Emitting Diode) cada vez está más extendido para el hogar, no sólo por sus posibilidades decorativas sino también por todas las ventajas que ofrece su uso con respecto a otras bombillas como las halógenas o las fluorescentes. Te contamos por qué debes pasarte al mundo del LED y cómo hacerlo.
Ventajas de las luces LED
Las luces LED tienen estas ventajas con respecto a otro tipo de bombillas:
- Producen una luz nítida y brillante.
- Ahorran mucha energía: su consumo puede llegar a ser entre un 80 y un 85% más bajo que el de una bombilla normal, algo que reduce la factura de la luz considerablemente.
- Duran 10 veces más que las bombillas tradicionales: su vida útil es de aproximadamente unos 50.000 horas en uso, mientras que las bombillas de bajo consumo cuentan con una vida útil estimada de unas 6.000 horas.
- No generan mucho calor: gracias a la eficiencia energética de estas bombillas, emiten menos calor que las bombillas tradicionales. Esto se debe a que durante el proceso de transformación de electricidad en los paquetes de fotones se producen menos pérdidas enérgicas en forma de calor. Así se evita el sobrecalentamiento de las habitaciones y se reducen las posibilidades de que la bombilla explote.
- Se encienden rápidamente: no hay que esperar a que cojan temperatura para ver con claridad.
- Al no tener filamento como las bombillas incandescentes o halógenas, soportan golpes y vibraciones sin romperse.
- Son seguras, porque trabajan con corriente continua de baja tensión, lo que reduce los accidentes domésticos por electrocución.
- Su contaminación lumínica en exteriores es baja.
- Son más ecológicas: si bien no hay cifras que revelen que el uso del LED influya positivamente en la reducción de la contaminación, al no usar tungsteno ni mercurio para su fabricación se reduce el uso de materiales contaminantes y potencialmente nocivos para la salud.
Cómo elegir la luz LED más adecuada
Escoger las luces LED para el hogar no es tan sencillo como con las bombillas tradicionales, que se elegían por número de vatios. Según la tienda online EfectoLED, a la hora de adquirir este tipo de bombillas hay que tener en cuenta los siguientes factores:
- Lúmenes: los lúmenes miden la cantidad de luz que emite una bombilla. En función de la luz que se necesite para la habitación se elegirá una bombilla con más o menos lúmenes.
- Ángulo de apertura de la luz: las bombillas con ángulos de apertura de 40º son adecuadas para iluminar de forma focalizada. Por su parte, las bombillas con un ángulo de apertura de 120º son apropiadas para iluminar por completo una habitación.
- Temperatura de la luz: en función de la misma será diferente el color que emita:
- Luz fría (más de 5.000ºK): es apropiada para garajes, trasteros…
- Luz neutra (entre 3800 y 4500ºK): es una luz más natural que se suele utilizar para baños y cocinas.
- Luz cálida (entre 2800 y 3500ºK): este tipo de bombillas son adecuadas para salones y dormitorios.
- Adaptador de bombilla: existen diferentes casquillos, que deben encajar con la lámpara en la que se vaya a colocar.
- La propia casa: el color de las paredes, la altura del techo, los objetos, el posicionamiento de las luces y la cantidad de las mismas son factores a tener en cuenta. Por ejemplo, pinturas oscuras requerirán mayor luminancia y los techos altos también necesitarán más potencia.
Más allá de las cuestiones técnicas, a la hora de elegir las bombillas también hay que pensar en los efectos estéticos que se quieran conseguir. Hoy en día las posibilidades son numerosas: guirnaldas de luces, tiras de led… Además se pueden escoger bombillas inteligentes para automatizar la iluminación del hogar. Gracias a ellas es posible establecer rutinas, de forma que las luces se enciendan o apaguen cuando se entra o se sale de casa o que cambien de tonalidad según la luz que haya fuera.