Crear un jardín zen es un proceso muy sencillo que se puede realizar tanto en espacios grandes como pequeños. Lo más importante es su diseño, que tiene que invitar a la relajación, la reflexión y la meditación.

Qué es un jardín zen

Un jardín zen es un jardín seco formado por grava, rocas y otros elementos naturales como musgo y plantas. Aunque algunos de estos jardines zen incluyen agua en forma de estanques o cascadas, muchos defienden que esto no es necesario, ya que el agua se representa mediante el rastrillado de la arena del jardín.

Los jardines zen tienen su origen en la cultura japonesa. Forman parte de un antiguo ritual en el que los elementos básicos de la naturaleza (como rocas, hierbas y plantas) se combinan para crear relajantes diseños que recuerden a paisajes. Desde sus inicios, los budistas lo han utilizado como herramienta de meditación. De hecho, su diseño sencillo buscar relajar la mente, invitar a la reflexión y evitar cualquier distracción llamativa.

Razones para crear un jardín zen

  • Son relajantes: esta es la función principal de los jardines zen. Mirarlo, cuidarlo y rastrillarlo aportan relajación al que lo hace.
  • Pueden construirse en cualquier sitio: los jardines zen no tienen un tamaño determinado, por lo que se pueden crearse en jardines, terrazas e incluso en el interior del hogar en formato miniatura.
  • Se pueden utilizar para meditar al aire libre.
  • Son fáciles de mantener.

Materiales necesarios

  • Arena o grava: elemento básico del jardín zen. La arena representa la serenidad, la calma y la tranquilidad. Para exterior lo mejor es la grava, pero para jardines más pequeños o en miniatura es preferible usar arena.
  • Piedras: representan los obstáculos que se presentan a lo largo de la vida.
  • Agua: se puede colocar un pequeño estante o fuente de agua. Sin embargo esto no es imprescindible, porque este elemento está representado a través de las ondas que se dibujan en la arena con el rastrillo.
  • Plantas: representan la vitalidad y la alegría. Usa preferiblemente plantas orientales como el bambú (que simboliza la buena suerte), bonsáis, azalea, arce japonés rojo, magnolias, cerezo ornamental japonés… No obstante, lo importante es usar plantas que puedan crecer sin inconvenientes en el clima local.
  • Musgo: es un elemento muy popular en Japón que combina muy bien con piedras pequeñas esparcidas y cuerpos de agua.

A estos elementos se pueden añadir otros como madera, luminarias de estilo oriental, figuras de buda y varas de incienso.

Cómo crear el jardín zen

Los pasos que hay que seguir para crear un jardín zen son los siguientes:

  1. Evaluar el espacio disponible: sea en el jardín, en la terraza o encima de un mueble, el jardín zen se construye de la misma manera. Sólo hay que saber el espacio con el que contamos para adaptar la escala de los elementos. Lo más importante no es el tamaño, sino la tranquilidad del espacio en el que se ubique y el tiempo destinado a su cuidado.
  2. Elegir los elementos que vamos a utilizar para crear el jardín. Se debe evitar elegir una gran cantidad de materiales, ya que este jardín se caracteriza por la limpieza y el orden, y no se puede recargar.
  3. Delimitar el espacio en el que se va a instalar: para ello utiliza rocas grandes, plantas o madera que lo aíslen de los elementos cotidianos del hogar.
  4. Preparar el terreno: hay que aplanar el terreno y eliminar ramas y hierbas.
  5. Colocar arena o grava: hay que hacerlo de forma uniforme, intentando que esté nivelada.
  6. Crear un paisaje estimulante: dispón todos los elementos de forma ordenada y simple. El jardín zen es flexible, por lo que cada uno puede diseñar la disposición de los elementos y la cantidad de los mismos como más le guste. No obstante, se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:
  • Se debe elegir en número impar de rocas y no se pueden colocar en el centro. La naturaleza es asimétrica.
  • Si se trata de un jardín zen grande, utiliza un árbol o planta de gran tamaño que lo enmarque al completo.
  • Ubica las rocas al fondo para que destaquen.
  • La fluidez y la simplicidad es esencial. No hay que sobrecargar.
  1. Rastrilla la arena o grava para representar las ondas del agua y relajarte.

Comentarios

2 respuestas a «Cómo crear un jardín zen»

  1. […] decorativa para exterior de hormigón: para jardines zen o que busquen un acabado natural, esta fuente puede ser una buena elección. Además, gracias a sus […]

  2. […] Seleccionar los accesorios imprescindibles: para no llenar en exceso el jardín hay que pensar qué accesorios se quieren instalar necesariamente y cuáles no (una fuente, un jarrón…). No hace falta que los elegidos sean pequeños, sino que es mejor pocos y de un tamaño normal que muchos diminutos. Lógicamente estos adornos deberán escogerse de acuerdo al estilismo del jardín (rústico, zen…) […]