La decoración minimalista es un estilo de decoración que se caracteriza por la simplicidad y la funcionalidad. Esta tendencia se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años, ya que los consumidores buscan una forma de vivir con menos cosas y más espacio.
El minimalismo trata de eliminar todo lo innecesario para crear un ambiente limpio, ordenado y relajante. Esto significa que los elementos decorativos deben ser simples, con líneas limpias y colores neutros.
Los muebles deben ser funcionales y versátiles, para permitir que el espacio se pueda utilizar de diferentes maneras. La iluminación también es importante en la decoración minimalista, ya que ayuda a crear un ambiente cálido y acogedor sin sobrecargar el espacio.
La decoración minimalista también se caracteriza por su uso limitado de objetos decorativos como cuadros, alfombras o adornos. Esto significa que los objetos deben ser escogidos cuidadosamente para evitar sobrecargar el espacio con demasiados elementos visuales.
Es por tanto un estilo moderno, funcional y económico que nos permite ahorrar no solo en la compra de nuestro mobiliario, sino también en las tareas de limpieza.